En el día a día a veces cuesta encontrar la inspiración para escribir contenidos que generen el impacto que quieres. Y luego, de repente, tras un baño tranquilo, o un paseo por la playa, el bosque o el centro comercial (lo que a ti más te relaje) las ideas empiezan a aparecer.

Y es que, muchas veces, lo que necesitas es desconectar un poco, salir fuera, y dejar de mirar esa página en blanco, ese excel vacío y ese blog en el que ya no sabes sobre qué escribir.

Estamos en verano y, te vayas o no de vacaciones, el clima invita a estar en remojo, buscar aire fresco, alargar las charlas con amigos en terrazas, disfrutar de la familia y dedicarte un poco de tiempo a ti también. Porque llevar un negocio te tiene la cabeza activa 24/7 y es probable que necesites un descanso.

Así que hoy, más que hablarte de organización y de técnicas de escritura, quiero compartir contigo algunos consejos que pueden ayudarte a encontrar la inspiración que buscas – y a guardarla para cuando llegue el momento de sentarte a trabajar.

1. Desconecta

Puede que lo tuyo no sea irte a un refugio de montaña sin cobertura. Y, si te digo la verdad, lo mío, ahora mismo, tampoco (aunque hace un tiempo lo hice y es una experiencia fascinante). Pero sí puedes intentar dejar tu trabajo lo más organizado posible, usar tus habilidades de escritura persuasiva para informar que estarás unos días de vacaciones / off / en modo slow y así poder prescindir de las urgencias del día a día.

Que luego surgen cosas, puedes pasar. Cuando trabajaba en prensa, recuerdo un verano en el que me tocó gestionar una crisis de comunicación a dos manos entre mi móvil personal y el de la empresa – desde abajo de la sombrilla en la playa.

Pero sí es cierto que, cuanto más y mejor puedas organizarte, más tiempo dispondrás para poner la cabeza en otras cosas que no sean tu negocio.

2. Lee

Lee lo que más te guste. Una novela. Un ensayo. Una revista. Tus blogs preferidos. Pero lee. La agilidad en la escritura se gana de dos maneras:

  • Escribiendo mucho
  • Leyendo aún más

3. Busca nuevas fuentes de inspiración

Mis preferidas son Instagram, Pinterest y Unsplash (un banco de imágenes gratuito). Suelo utilizar palabras clave y hashtags para encontrar imágenes, frases e ideas que me interesan. Muchas veces, para salir un poco de las asociaciones más frecuentes, busco conceptos relacionados con el estado de ánimo que quiero provocar con los contenidos que creo.

Y también me vienen genial para encontrar nuevos perfiles y cuentas a quienes seguir, y así ir recibiendo inspiración de forma más frecuente.

4. Explora otras formas de comunicar

Yo soy de las que, antes de hacer un viaje, hace una investigación previa del lugar en Internet. Por ejemplo, me gusta buscar cafeterías, restaurantes y espacios para visitar, visitar sus webs, leer sus blogs y ver qué publican en redes sociales. Y lo mismo una vez allí: suelo curiosear bastante cómo se comunican a nivel online tanto los sitios como las marcas que conozco y me gustan.

¿Y para qué puede servirte esto? Si estás en un espacio que no es el tuyo, puedes ver ideas nuevas y formas de comunicar que no son las que se utilizan en tu círculo más cercano. Pero que, a veces, pueden inspirarte para tu propio plan de contenidos.

Y tú, ¿dónde buscas inspiración? ¿Qué es lo que más te ayuda? Me encantará leerte.

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