Tienes tu proyecto a punto. Se trata de algo único y que va a encantar, y te mueres de ganas de difundirlo por todos los sitios posibles. Sabes que hay muchas maneras de comunicarlo, pero el día tiene las horas que tiene, los recursos son los que son… y entonces viene la sensación de no llegar a todo. Si es tu caso – respira. Te aseguro que, con una buena estrategia de contenidos y un plan de acción orientado a cumplir objetivos, podrás llegar, quizás no “a todo”, pero sí a donde necesitas estar para tener los resultados que buscas.
Y te diría que, antes de una buena estrategia, viene un análisis. Te llevará algo de tiempo, sí, pero piensa que el tiempo que inviertas en analizar tu entorno, a tu cliente y a tu proyecto te permitirá agilizar el desarrollo de tu estrategia, y no sólo eso, sino que evitarás desanimarte luego con acciones que no te lleven a ningún sitio.
En síntesis, un buen análisis te ayudará a ver con claridad dónde te resultará más efectivo invertir tu tiempo, tu entusiasmo y tus ganas.
¿Empezamos?
Dale una mirada a tu proyecto desde fuera
Desconecta un momento. Prepárate tu café, tu infusión o tu taza de chocolate. Lo que más te guste. Coge papel y lápiz. O siéntate frente a la pantalla en blanco. Y piensa, con total sinceridad.
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- ¿Cuál fue la motivación inicial para desarrollar tu proyecto?
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- ¿Qué quieres conseguir con él?
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- ¿Qué lo hace diferente al resto?
- ¿Hasta dónde quieres llegar?
Y ahora, ponte en el lugar de tu cliente ideal, y piensa cuál será la mejor manera de contarle tu historia.
Echa un ojo a tu competencia
Este punto es un poco polémico. Están quienes creen que es imprescindible analizar el mercado, y quienes dicen que al mirar mucho a la competencia local se acaba copiandoles.
Yo te recomiendo que sí lo hagas, que te mires a través de qué canales están comunicando, qué estilo tienen, de qué hablan y en qué tono, por tres motivos:
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- Conocer el entorno en el que se moverá tu producto / servicio
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- Ver cómo responde tu cliente ideal a diferentes acciones / estilos / contenidos
- Poder analizar, con mayor claridad, qué aspectos son realmente diferenciadores de tu proyecto y no se solapan con lo que ya ofrecen otras marcas.
Conoce bien a tu cliente ideal
Quieres que tu cliente ideal te vea, por lo tanto, es importante saber en qué canales se mueve y qué tipo de contenidos consume.
Pero, además, querrás conocer a fondo su perfil, saber qué intereses tiene, cómo es su día a día, sus necesidades y cómo tu producto o servicio podrá ayudarle.
Observa mucho, escúchale bien e intenta comprenderle. Cuando empieces a trabajar en tus contenidos, lo mejor que podrás hacer es hablarle de tú a tú, en su lenguaje, de forma en que pueda conectar contigo.
Gestiona tus recursos de forma efectiva
Aquí mi recomendación es que, hagas lo que hagas, lo hagas bien. Empieza por los canales que más te ayuden a cumplir tus objetivos. Y por donde realmente puedas hacer acciones de calidad y tener constancia. No se trata de estar en todos los sitios, sino de que los sitios donde estés te den resultados.
Quizás en un primer momento lo principal sea trabajar los contenidos de tu web, y empezar a gestionar tus contactos de manera de obtener recomendaciones. O tal vez Instagram te resulte desde el principio para generar ventas. Cada caso es diferente y requiere de análisis previo.
Por lo tanto, antes de ponerte en acción, puedes hacer la siguiente valoración:
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- ¿Cuál es el principal canal de venta de cara a tus clientes?
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- ¿Cuánto tiempo tienes para realizar la planificación de mi estrategia de contenidos?
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- ¿Cuánto estás dispuesta a invertir?
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- ¿Cuántas horas tendrás a la semana para implementarla?
- Si tienes equipo: ¿cuánto tiempo podrá dedicar tu equipo a la estrategia de contenidos?
No olvides que tu tiempo vale. Tus horas de dedicación, por más pocas que sean, tienen un coste.
Y hasta aquí llegamos con el análisis previo que permitirá dimensionar y dar foco a nuestra estrategia. Ya con esto claro, podemos pasar al siguiente nivel, a la parte más creativa: la de los contenidos
